12 sept 2011

Neorama

"Especie de panorama, en que el espectador, colocado en el centro, ve pintado y alumbrado en un Qlindro hueco el interior de un templo o palacio, un paisaje, etc.", dice nuestro queridísimo Diccionario de la RAE en su definición de "neorama".
Quizás los sevillanos tomaron su nombre como banda pensando en ese espectador asombrado frente lo que
tomaba fonna ante sus ojos. NO iban desencaminados. Y es que Neorama han sido desde su inicio -aun resuena en mis oídos aqueiia demo-vaticinio, "OtoñoMu- na absoluta revelación.
Lástima que la suerte nunca acompaña a los mejores. Y aun hoy, diez años después de su formación, siguen cargando con la pesada etiqueta de eterna promesa, cuando ya son, avisamos, una confirmación a todas luces.
Llámenlo misterios de la industria (des suena, verdad?) o simple miopía, pero al igual que otros compañeros de esta estrenada escudería, Neorama ha sufrido y &e de la sinrazón de la escena musical que vivimos. Claro que en el caso de los sevillanos es especialmente dolorosa porque.. . cuántos grupos pueden presumir de fichar por una multi, no convertirse en carne de radiofórmula y aun así sobrevivir en el intento?
No es el único hit en la carrera de Neorama el haber paseado su palmito -y una ristra de canciones cojonudas,
por cierto- por Dro Warner, ahí es nada. También se han llevado el gato -después de unos merecidos chupitos, faltaría más- al agua en ese certamen llamado Jack Daniel's Backstage. O se han colado con razón en finales de otros concursos no menos populares como los de Sonorama o Lagarto Rock. Y hasta se han codeado sobre el escenario, apunten en sus libretas futuros biógrafos, con bandas como Pereza, Dover, Laqarüia Nick, Reincidentes, Molotov o Tortoise.

Sergio Crespo habla de Neorama:
Me parece una banda maravillosa y es un placer trabajar con ellos. Lo primero que me asombró es lo curtida que está, lo bien que suenan a pesar de su juventud, pero claro, es que llevan tocando juntos desde 2001 y eso se nota.
Otra cosa que me encanta es su capacidad para crear leiv motives musicales con gancho. Todos sus temas tienen un ritmo especial y propio que lo hace inconfundible. Esa facilidad para encontrar secuencias musicales apropiadas, cortas y pegadizas ha sido puesta al servicio de los textos de manera magistral. Creo que el “sonido Neorama” existe y que es una cuestión de tiempo que sean conocidos a escala nacional.
Vengo de una familia en la que la música está muy asentada. Media familia se dedica a la música y yo me encontraba en la otra mitad, por eso era muy estimulante para mi trabajar con una banda y he tenido la suerte de encontrar una que tiene la virtud de llevarse muy bien.
Parece increíble lo bien que suenan a pesar de ser tan pocos, quiero decir, que cuando los escuchas, si no los ves a la vez, piensas que hay más gente tocando. Eso me llamó la atención desde el primer día y aún hoy me sorprende.
El proceso creativo de un escritor es esencialmente un trabajo individual y el de una banda de rock colectivo, por eso, para mi era una incógnita cómo iba a resultar meterme en una sala de ensayos con cuatro personas más. Al final la cosa ha ido mejor de lo que pensaba, y eso es probablemente por las facilidades que han puesto los chicos, el respeto al trabajo ajeno y el cariño con el que dicen las cosas.

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